Basada en hechos reales, la película narra la historia de Aránzazu Berradre Marín, seudónimo de una joven agente de la Policía Nacional que, con apenas 20 años, se infiltró en la organización terrorista ETA en los años 90. Durante ocho años, convivió con miembros de la banda, logrando desarticular el comando Donosti y desvelar una falsa tregua en 1999. Su misión implicó renunciar a su identidad y poner en riesgo su vida para salvar la de otros.